El bullicio de los helicópteros los sobresaltó. Y el sol que pegaba en sus pequeños rostros impedía un poco la visión de la aeronave, sin embargo, no detuvo a un grupo de niños emberá, quienes corrían emocionados para ver su descenso.
En un pequeño poblado, específicamente en la comunidad Manené, provincia de Darién, viven estos pequeños donde a diferencia de otros niños, ellos se divierten con tan solo observar desde lejos los helicópteros que llegan a dejar insumos , medicamentos y alimentos, cada cierto tiempo.
La inocencia está marcada en sus rostros, aplauden y saludan a las unidades dentro y llaman a otros niños a compartir el espectáculo.
Los pequeños son de pocas palabras y algo recelosos, pero con un gesto y una sonrisa explican su felicidad.
Jazmín, una niña de 9 años, sostiene con fuerza la mano de su pequeña hermana, un tanto asustada de que corriera hacia el helicóptero.
La seguridad en Manené es buena, pues en el área siempre hay tres a cuatro unidades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
Sentados en la hierba, otros de pie se quedan hasta que el ave de acero despega, luego, corren a los brazos de sus padres para contarte la experiencia vivida y decirle que la próxima vez también los dejen ver los aparatos voladores.
Unidades de la Región Caribe realizan visitas a comercios en la comunidad de Ustupu y Carti Tupile, informan sobre medidas de prevención, seguridad y números de emergencias. #Marca109 pic.twitter.com/7N8P03aB1J
— SENAFRONT PANAMÁ (@senafrontpanama) 2 de febrero de 2018
